¿Habéis sufrido alguna vez no
ser comprendidos o valorados? Cuando pienso en este otro cuento clásico, de los
que he analizado varios, siempre me viene a la cabeza, esos problemas de
herencia o bien que hemos sufrido en nuestras familias, o en su caso, incluso
de cuidado de personas mayores, que hemos atendido en una mesa de negociación
como mediadores.
Creo que jamás Hans
Christian Andersen, pudo pensar cuando escribió “el patito feo”, que este
cuanto pudiera dar lugar a analizar lo que son las relaciones familiares y
sobre todo, desde el punto de vista de aquél hermano o hermana, que antes
mencioné, fuera tratado de forma quizás injusta en el reparto de una herencia,
pero me atrevo aún más. También nos serviría para analizar uno de los
conflictos que cada vez más, acude a nuestra mesa de “diálogo”: el
cuidado de las personas mayores donde en más de una ocasión, alguien se siente “patito
feo” porque está siendo el cuidador informal de su padre y madre, cuando los
demás hermanos se limpian las manos.
“Como cada verano, a la Señora
Pata le dio por empollar y todas sus amigas del corral estaban deseosas de ver
a sus patitos, que siempre eran los más guapos de todos.
Llegó el día en que los
patitos comenzaron a abrir los huevos poco a poco y todos se congregaron ante
el nido para verles por primera vez.
Uno a uno, fueron saliendo
hasta seis preciosos patitos, cada uno acompañado por los gritos de alborozo de
la Señora Pata y de sus amigas. Tan contentas estaban que tardaron un poco en
darse cuenta de que un huevo, el más grande de los siete, aún no se había
abierto.
Todos concentraron su atención
en el huevo que permanecía intacto, incluso los patitos recién nacidos,
esperando ver algún signo de movimiento”.
Como siempre ocurre cuando hay
vida, aquel huevo, distinto, comenzó a romperse y de
él salió un sonriente pato, más grande que sus hermanos, pero ¡oh, sorpresa!,
muchísimo más feo y desgarbado que los otros seis... Queridos amigos, tenemos derecho a ser diferentes ¿o no? ¿Qué demanda la sociedad y nuestras familias?
7 hermanos, 6 de una gran
belleza y posición social, y uno que no tuvo la suerte de los demás. Por eso frases
como… “Javier no es justo que todos nos llevemos lo mismo de la herencia” “mis
hermanos han podido, estudiar, formarse, trabajar, mientras que yo, estuve siempre,
con eso de ser el menor (o el mayor da igual), cuidando de nuestro padre”. ¿os
suena?
Lo hayamos vivido como
profesionales o incluso en nuestra propia familia, los temas de herencia o
cuidado de mayores es algo muy espinoso a la hora de tratarlo en mediación.
Al igual que ocurrió en el
cuento, se siente apartado, mientras los demás tienen una buena situación.
Andersen, retrató un patito,
que se quedó tristísimo porque se empezó a dar cuenta de que allí no le
querían... Pero como siempre decimos, el tiempo da y quita la razón, ya que si
al principio él era distinto, incluso torpe, poco valorado incluso por sus
propios hermanos, pronto todo cambió
“El hermano feo”, decidió que
debía buscar un lugar donde pudiese encontrar amigos que de
verdad le quisieran a pesar de su desastroso aspecto y una mañana muy temprano,
antes de que se levantase el granjero, huyó por un agujero del cercado. Dejó
todo al azar, “su parte de herencia”, “su trabajo como cuidador informal de su
padre”.
Es difícil tomar esa decisión,
tanto, como que le aparta de su propia familia y le expone a los peligros de
la sociedad, porque un mal asesoramiento, le expuso (como ocurrió
con la anciana del cuento que se encontró que lo quería como plato de comida) a
las malvadas garras de asesores sin escrúpulos que les recomendaban una y otra
vez que demandara a sus hermanos…cazadores, la llegada del invierno… todo
estaba en su contra.
Pero os dije amigo lector, que
todo cambia, así a nuestro protagonista le llegó la primavera, y a nuestro
cliente le llegó la mediación, un estanque donde la experiencia de
mediadores, le hacía ver que no era una “pato” sino un cisne, tan
importante como los demás, así, con el apoderamiento, pudo reunirse con los hermanos, pues su reflejo sobre el
estanque(sobre la mediación) le igualaba a cualquier postura.
La gran diferencia de nuestro “cuento”
con aquél que maravillo a todas las generaciones de Andersen, es que nuestro
protagonista vuelve a su familia, para poder conseguir que a pesar de las
posiciones de cada uno, nos introduzcamos en los verdaderos intereses y sobre
todo necesidades.
Todos y cada uno, aun
procediendo de la misma familia, tenemos derecho a nuestra propia identidad y que
esta no sea “pisada” por nadie, porque conseguiremos la convivencia pacífica
que nos permita la “laguna de la mediación”
Qué fabulosa frase y enseñanza Maestro. gracias siempre.!!!! "...Todos y cada uno, aun procediendo de la misma familia, tenemos derecho a nuestra propia identidad y que esta no sea “pisada” por nadie, porque conseguiremos la convivencia pacífica que nos permita la “laguna de la mediación”..."
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