Tenia muchas ganas de poder
escribir este post, desde hace tiempo, porque en esta época de pandemia mundial
que estamos viviendo, parece que la paciencia es una de las mayores virtudes
que debemos tener a la hora afrontar la misma y porqué no, la misma que debemos
tener si nos enfrentamos a un conflicto que necesita de una importante madurez
para que se pueda llegar a un acuerdo.
Una época marcada por el
ahorro de tiempo, ya que nuestros hijos, nativos digitales, cada vez que tienen
un problema, buscan algo o necesitan solucionar alguna cuestión, acuden
rápidamente a Google, en sus móviles o celulares y ahí obtienen la respuesta
inmediata, sin asegurarse si es la mejor o no, simplemente confiando en que el
tiempo ahorrado, es el mejor tiempo invertido.
Pues hoy como mediador, me
gustaría dirigirme a esa “Generación Ya”; esa generación que está creciendo con
el impulso como medio, y la inmediatez como meta.
Una vez escribí que, tras un
intenso partido que solo se pudo ganar a última hora, escuche a Sampaoli,
entrenador argentino en aquella época, del equipo de mis amores decir, “hemos
tenido mucha paciencia para madurar el encuentro” “y quiero recordarle a los
periodistas que esa palabra se compone de Paz y de Ciencia”. Y no dude en
pensar lentamente en escribir este post.
Si nos vamos al diccionario se
define como “la actitud que lleva al ser humano a poder soportar contratiempos y
dificultades para conseguir algo con posterioridad”. ¿Somos conscientes que
eelo necesita tiempo?
Si acudimos al origen latino
del concepto, podemos ver que procede del
latín “pati”, que significa sufrir. Incluso la palabra “patiens” se
introdujo al castellano como “paciente”, térmico que utilizamos para hablar de
quien de alguna forma está en un hospital porque se encuentra enfermo.
La paciencia es un rasgo de
que consigue que las decisiones se deban tomar con la perspectiva del tiempo.
Pero en mediación esa gran
virtud que supone la paciencia, en ningún caso puede suponer, dejar que las cosas
ocurran sin hacer nada, o aguantando situaciones adversas, como muchos piensan.
Mas bien todo lo contrario, significa, trabajar de forma más intensa, por
conseguir aclarar ese interés común que llevaría a construir el inicio de un
futuro acuerdo. Eso solo se hace con mucha constancia, esfuerzo, poniendo
“lentamente a fuego de cocción” las emociones, los sentimientos, respetando
“cada condimento”.
Reaccionamos en muchísimas
ocasiones de forma repentina ante las adversidades, siempre con el “salvavidas”
de decir lo siento si nos equivocamos u ofendemos, pero en mediación nuestra
estrategia debe llevar a conseguir la suficiente paciencia, para deconstruir el
conflicto y reconstruir las relaciones como dice el Profesor Calcaterra.
La “ciencia” que nos debe llevar a la “paciencia”, supone un equilibrio entre lo ocurrido en el conflicto, que nos llevaría a esa otra palabra que tanto usamos y que pocas veces vemos: ser asertivos; la gran clave en la mediación
Difícil… claro que si. Pero
sirve en todos los órdenes de la vida, y se aprende, por supuesto, al igual que
crece el ser humano. Un recién nacido llora desconsoladamente sin parar para
conseguir lo que quiere y los padres nos ponemos nerviosos porque, no tiene
paciencia. Conforme vamos creciendo nos vamos dando cuenta de esta gran virtud
para nuestros días. Mi padre al igual que otros muchos, me decían… “Javier
cuenta hasta diez antes de decidir nada”. Cuantos árbitros en el deporte se
equivocarían menos si tuvieran “paciencia” a la hora de señalar una infracción
y analizaran en breves segundos lo ocurrido, los gestos de los intervinientes
en la infracción y las consecuencias de ello.
Por eso amigos, debéis/debemos
tener paciencia, sin que eso signifique quietud, todo lo contrario, esfuerzo
por decidir en su momento lo más adecuado y con ello ser cada día más libres, y
porque no… más “inteligentes” porque tenemos “mas Ciencia”, los problemas serán
más manejables y seguramente durarán menos tiempo.
Querida “Generación Ya”, la
pandemia nos está enseñando a tener paciencia, la misma que necesitamos para
mediar, recorrer el camino oportuno para que las partes acerquen posturas. La
paciencia y el esmero, os llevará a saber “coser” las heridas de los mediados y
los sentimientos enfrentados
Por eso… bienvenido a la Paz y
a la Ciencia de la mediación
Excelente post querido Maestro. Gracias.!!!!
ResponderEliminarNO HAY DUDA QUE LLEVAS EN EL ALMA TU VOCACION DE MEDIAR EN LA VIDA Y TRATANDO DE SER SOLIDARIO CON LOS MEDIADOS.PONIENDO TODO EL EMPEÑO.UN VERDADERO MEDIADOR
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