Queridos amigos, este
post nace hoy dia 31 de julio de 2020 en España, el día de que muchos digan…¡¡
estaremos cerrado por vacaciones!!. Pero ¿es eso cierto?, los profesores, los
abogados, los mediadores, de todos estos grupos profesionales me enorgullezco
pertenecer, tenemos nuestro “fin de año” coincidiendo con el cambio de curso,
con el cese de las actividades en los juzgados, y sobre todo con el espíritu
que nos invade de parar, para pensar y después cambiar el rumbo de lo que no deseamos
a partir de septiembre y más este año donde cada vez más “aparece nuestro
amigo, vampiro emocional”, para decirte una y otra vez: ¡que mal está la cosa!,
¡veremos a ver si no nos confinan dentro de poco otra vez! O ¡yo no se que
vamos a hacer!, y tu con buen criterio dices: ya veremos, disfrutemos el hoy y
el mañana ya se verá.
Pues bien, como si de un
deporte se tratara, yo os animaría a que si bien cesara la actividad cotidiana,
no dejáramos de entrenar nuestra mente; entrenar como a los deportistas les dan
unas pautas para no ganar peso en las vacaciones de verano, entrenar para no necesitar
a nuestra vuelta a la actividad, de una pre-temporada; entrenar, porque a
nuestra vuelta muchas personas nos van a necesitar, si cuando quieren cambiar
su rumbo de vida, en septiembre se dan cuenta que tienen un verdadero problema
y necesitan a los mediadores, para ver de su conflicto una oportunidad y si la
pandemia sigue… la derrotaremos y si quieren que el ánimo decaiga… no lo conseguirán.
Debemos preparar todo
aquello que haga que a partir del uno de septiembre, nuestros alumnos se
ilusionen con nuestra docencia, virtual o presencial, con nuestra creatividad
desbordante que haga de la sorpresa una ilusión por aprender; ensayar y
entrenar nuestra capacidad de interpretar la comunicación no verbal, allá donde
estemos de veraneo, para a nuestra vuelta ser capaces de ver más allá de las
palabras; preparar nuestra mochila para una vez más salir de nuestra llamada “zona
de confort” y atrevernos a realizar lo que muchos no hacen. Y como digo tantas
veces… que los profesores sepamos sacar “el verdadero tesoro” que nuestros
alumnos llevan dentro
Dice un periodista al
que leí al despedirse de su columna habitual, que “seguiremos el viejo adagio
universitario que reza Prima non datur et ultima dispensatur, o sea, que la
primera clase del curso no se da y la última se dispensa”. ¿Seguro?, querido
amigo los tiempos han cambiado, eso era cuando tu y yo eramos estudiantes.
Ahora necesitamos de un “entrenamiento estival” porque el último día previo a
las vacaciones es importantísimo para poder “cerrar por vacaciones” y el
primero, ya estamos con las llamadas a nuestro despacho, los correos
electrónicos para contestar y las visitas de clientes para mediar, por mor de
que para mi como profesor, el primer día hay que dar clase, y el tema ya está
asignado en la guía docente de la asignatura que tuve que reflejar en el mes de
mayo, analizamos por tanto días antes, nuestros “powers points”, insisto,
presencial o virtual, da igual, los tiempos han cambiado, pero nosotros somos
los mismos.
No dejéis de leer, de
pensar, eso si, descansar porque al fin y al cabo estamos “cerrado por
vacaciones”. Es incongruente pero es asi, cuantos no han hecho nada durante el
año y ahora quieren incluso descansar; cuantos no se lo merecerían… si lo
pensamos, nadie cerraría. Por eso desde hace muchísimo tiempo abogo por el
esfuerzo de cada uno de conseguir en su vida que su profesión se convierta
definitivamente en su pasión, porque solo entonces es cuando pierden la noción
del tiempo y se podría preguntar el motivo de este post… ¿cerrado por
vacaciones?, no, nunca, porque me gusta lo que hago y tan solo cambio la rutina
para, volver con aires nuevos, pero sin dejar de entrenar “para no ganar peso”
y arrepentirme a mi vuelta.
Así que piensen,
disfruten lo que puedan y nos veremos en septiembre. ¡estaremos cerrado por
vacaciones!
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