Muchas generaciones
han crecido desde los años 70 con la ilusión de recibir algunas veces un regalo
llamado “huevo Kinder” o “Kinder Sorpresa”
Este “huevo de
chocolate” fue creado por la marca italiana Ferrero en 1974 y desde entonces no
ha dejado de fabricarse, venderse y exportarse a diferentes países del mundo. Como
todos sabemos la “formula mágica” trata de una pieza de chocolate en forma de
huevo que en su interior, tras que abres y degustas el chocolate, contiene un
juguete de pequeñas dimensiones dentro de una cápsula amarilla. Es decir, que
podemos matizar que tras la sabrosa sorpresa del chocolate… lo mejor está en el
interior.
¿Os suena de algo esta frase?, ¿quizás haga
referencia incluso a una magnífica leyenda como la del “Alquimista”?. Así es
bajo mi forma de entender como gestor de conflictos.
Cuantas veces hemos
tenido que atender casos, asuntos, en los que nuestro trabajo consistía en
encontrar más allá de la posición de las partes… su verdadera necesidad, su “yo
interior”, sus deseos, como si de un “huevo Kinder se tratara”.
Ni mucho menos quiero banalizar nuestro trabajo, sino hacerlo visible, entendible para quien como
nosotros en su día, se forman para “entender” las claves de la mediación.
De igual forma que en
este ¿regalo?, ¿alimento?, se encuentran objetos para construir, juegos, incluso
colecciones de figuras pintadas a mano con un tema determinado, también se
modernizó introduciendo hoy en día lo que le han venido a llamar “sorpresas en
internet”, mediante la introducción en la cápsula de plástico, de un papel con
un código para poderte descargar algo en internet (como avanza todo dirán los
más clásicos añorando el regalo presencial… como las On Line Dispute Resolution
para los mediadores clásicos, que necesitamos la presencia física para poder “trabajar”).
Pero todo lo que os
cuento no deja de ser polémico, porque según noticias,”la distribución de
Kinder Sorpresa es ilegal en países como Estados Unidos” ya que desde una
Ley surgida en 1938 y luego ratificada en 1997, prohíbe alimentos que contengan
en su interior piezas pequeñas. Luego no es del gusto de todo, muchas veces
cuando profundizamos, encontramos más “daño” del que intentamos evitar, por las
emociones, por las actitudes polarizadas, por las percepciones, por el recelo…
Por eso también muchas veces decimos que la mediación puede estar
contraindicada.
Pero, y en España, se
puede comercializar, es decir ¿se puede vender?. Europa prohibió rellenar
alimentos con objetos que no estuvieran correctamente embalados, pero con dos
significantes excepciones: El ROSCÓN DE REYES y el HUEVO DE PASCUA donde se
encontraría ubicado conceptualmente el “Kinder sorpresa”.
Aprovechemos por tanto
esta “maravillosa licencia” de bucear en las personas que nos confían sus
conflictos, porque su verdadera belleza “esta en su interior” que para nosotros
desenvolverlo, es un auténtico “regalo”. Un abrazo Mediadores.
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