La actualidad manda y también desde
el punto de vista de los mediadores, podemos analizar el horror de lo que
está ocurriendo en esta “invasión” en todos los sentidos.
Son muchos los que estos últimos días
te dicen, “en el tema de la guerra sería necesaria una mediación”; incluso
políticos de toda índole imploran una intervención en busca de la paz. Y desde
este punto de vista, este conflicto nos enseña las bases para lo que de verdad
supone una mediación. Un aprendizaje en toda regla, una visión de aclarar
una vez más que es una mediación, sus requisitos y sus condicionantes, y no una
“intermediación”, “negociación de un tercero” o “diplomacia”.
En primer lugar, hay que
determinar cuando hay un conflicto, quienes son las partes enfrentadas.
Fíjese el lector, que unos hablan de “rusia de un lado y Ucrania del otro”,
mientras que otras personas y analistas hablan de “Putin” y el “resto de
naciones civilizadas”, otros de que del lado ruso no hay unanimidad….
La primera misión de un mediador
es dejar claro en la deconstrucción de un conflicto, no solo lo que ha
ocurrido, sino quienes son los protagonistas principales del mismo
(aquellos que tienen que estar sentados en la mesa de negociación) y quienes
protagonistas secundarios, que debemos conocer para poder “utilizar” o “inutilizar”
según sea su espíritu colaborador o disruptivo. No es algo sencillo, pero si
fundamental, porque si no siempre decimos los negociadores, que si algunos no
tienen poder de pactar, se tardaría mucho más en llegar a acuerdos aunque sean
temporales.
En segundo lugar, todos sabemos
que nuestro ABC en una mediación es conocer sus posiciones (yo creo que
esas siempre son claras ya que es lo que muestran o han mostrado hasta el
momento), pero sobre todo sus intereses y necesidades. ¿Alguien puede
vaticinar a ciencia cierta que ronda en la cabeza del líder ruso?
Hasta ahora solo muestra una “indisposición”
a negociar, no marcada por sus palabras, sino por sus hechos: “me siento a
negociar, pero si derrocáis al presidente ucraniano y sobre todo… mientras sigo
bombardeando”. No hace falta mucho que explicar, que cuando hay una posible
mediación, las posiciones tienen que ser flexibles, porque solo cabe una
mediación, si el objetivo, supone un acuerdo justo, equitativo, estable y
duradero. Negociar desde una “imposición” NO ES MEDIACIÓN y sobre todo para
poder mediar, es necesario, lo que muchos dicen, “un alto al fuego”. No es
la primera vez, que en mi vida profesional, me encontré alguno de los afectados
por un conflicto, que cuando acuden a mi mesa de negociación, dices que solo
están dispuesto a sentarse si se admite lo que están pidiendo en principio, ¿creéis
que esa postura, permite mediar?
Cuando mediamos, necesitamos,
que las partes renuncien a buscar otra vía, como la demanda, la denuncia, la
querella, y si esta existe ya, que pidan un plazo de suspensión, para que,
durante el mismo, se busque un acuerdo dialogado.
Y por último, me gustaría que sin
entrar en cosas obvias: la flexibilidad, la confidencialidad, la neutralidad,
la objetividad, la colaboración, la buena fe…. Uff, que cantidad de conceptos
que se quiebran una y otra vez cuando hay conflictos de todo tipo, poderos
hablar de la importancia de la legitimación.
Cuando mediamos, lo más
importante es que las partes en conflicto se hagan acreedoras de éxito del
acuerdo, para que este sobre todo y por encima de todo, se cumpla, poque es
lo que ellos han querido.
Y para ello, lo más importante es
que los contendientes, LEGITIMEN LA FIGURA DEL MEDIADOR. Nuevamente,
este asunto entre Rusia y Ucrania, entre Putin y occidente, o como queráis
pensar que son las partes, es una nueva lección “de lo que no es mediación”. Se
ofrece el Presidente francés, el Argentino, o diplomáticos de Naciones Unidas,
pero ¿alguna de las partes lo han pedido? Cuando mediamos, para que se inicié
con corrección, es importantísimo que las partes te validen, te pidan ayuda, te
legitimen, crean en ti, en tus habilidades y sobre todo en tu falta de interés
intrínseco en el resultado de la contienda, ¿alguien puede cerciorar que quienes
se han ofrecido, pudieran llegar a serlo? ¿Y China?
Termino mi pequeño post, como
empecé. Este es un ejemplo claro para nuestras aulas, de lo que NO ES
MEDIABLE, luego, por favor, cada vez que se intente un acuerdo y que
ojalá llegue pronto en esta terrible masacre y la paz reine una vez más de las
cenizas de lo ocurrido, llamarle diplomacia, inter-mediación, negociación a
dos bandas… lo que queráis, pero nunca mediación.
SI A LA PAZ Y NO A NINGUNA GUERRA
Así es querido Maestro, en este conflicto no hay mediación. Un abrazo.!!!
ResponderEliminarQuerido maestro Javier, Excelente reflexión sobre un tema tan actual que tiene nuevamente al mundo en una gran angustia e incertidumbre. No, definitivamente no es mediable este conflicto y es importante haber manifestado los alcances de la Mediación. Muchas gracias por compartirlo !!!
ResponderEliminarEs evidente que no se puede mediar porq no están dadas las condiciones mínimas, que sería la voluntad de mediar para lograr un acuerdo; una sola parte es insuficiente
ResponderEliminarPienso que la mediación es un acuerdo justo, equitativo, estable y duradero. Las partes Rusia y Ucrania, Putin y Occidente a la fecha no han legitimado ninguna figura de mediador. Siendo esto así; si las partes no piden ayuda el "alto al fuego" desdichadamente no se hará presente. Dios permita que los líderes de estas naciones reconozcan la mediación y que esta sea legitimada para que reine la paz de nuevo y no sucumban más personas inocentes.
ResponderEliminarConcretamente para que dos países depongan el conflicto que nos ocupa Rusia-Ucrania, debe haber una mediación que sea aceptada por ambos países, acompañado de un alto al fuego, en tal caso no podemos llegar a una solución al conflicto si no hay voluntad de las partes, dando como resultado una mediación infructuosa e ilegítima.
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