jueves, 24 de junio de 2021

PINOCHO, Te pusieron hilos y te hicieron pasar por títere

 

Escrito por Elder Asael García y Javier Alés

Siempre es un reto escribir desde el alma, el corazón, pero así lo pensamos, porque los autores somos ese Gepetto, que consigue que de un muñeco de madera, salga un ser con corazón, que se dé cuenta de que para vivir en paz, necesita apartarse de la envidia, el engaño y acercarse a la razón, la más humana de nuestras virtudes.

“Te puse hilos y te hice pasar por títere” es una de muchas de las frases que la película de “Pinocho” nos presenta y que permite darle diversas interpretaciones. El solo hecho de pensar la relación entre “hilos” y “marioneta” en automático nuestra mente nos envía la idea de que “alguien más” que esta, no detrás de uno sino arriba, y que hace que la marioneta tenga movimiento.

¿En qué momento nos ponemos o nos ponen esos hilos que tienen como objetivo producir el movimiento?

Regresemos a otra frase. ¡Despierta a la vida! ¡Ser feliz depende de ti! así le dice el Hada azul a pinocho cuando a través de su varita mágica, lo convierte de un ser inanimado a una marioneta con vida. Pero que pasa después, pareciera que el Hada le ha dado un regalo excepcional a pinocho, pero como todo tiene un límite, tres grandes retos le refiere y que debe procurar ser para que se convierta en un niño de verdad. Bueno, sincero y generoso. ¿Os suena queridos mediadores, a lo que intentamos conseguir?

Además, de ello el Hada, al menos así lo pensamos, el lector tendrá sus conjeturas, hace que pinocho busque siempre y en todo momento ser sabio, es decir, distinguir del bien y del mal. Para ello, entra un segundo personaje no menos importante, pero si quizás el principal, la conciencia, esa “débil voz interior que nadie escucha” dice el cuento.

Este pasaje tiene mucho que decir, que da materia para una segunda parte, la conciencia es, dice el Hada, el “consejero de la tentación”. Como marioneta inanimada que fue pinocho y al tener vida, no deja de tener esos “hilos” que lo mueven. Podríamos decir que en el campo terrenal constituyen esos valores, emociones, sentimientos, en fin, que hacen en la persona se produzca el movimiento traducido en conducta.

También, se podría pensar que los “hilos” son aquellos actos que las personas hacen sobre otras con el afán de hacer que el movimiento o mejor dicho el comportamiento sea como quiere que sea el que hace que esos “hilos” se muevan. He aquí la presencia de cómo algunas personas pueden incidir sobre otra u otras.

Si el lector considera que estamos equivocados, agradeceríamos que nos corrigiera: en el mundo existe un denominador común: hay una voluntad creciente de las personas de mantener el control de la vida, proyecto y trayectoria personales, de los conflictos propios, su arreglo, pero también, de los ajenos.

En la gestión de los conflictos, el mediador está atento al desequilibrio de poder entre los mediados, y ante esto, en automático buscará generar un ambiente de igualdad de condiciones. Ser mediador profesional o no, contrario a lo que se piensa, no es nada fácil y mucho menos cuando hay tantos hilos de por medio.

No solo es desenredarlos sino hacer que los hilos desaparezcan. ¿Cómo se puede hacer eso? Bueno, si la respuesta fuera como hacer una operación aritmética donde dos más dos es igual a cuatro, entonces los conflictos desaparecerían en automático, pero como el ave fénix, este tiende en algunas ocasiones a resurgir entre las cenizas.

El mediador, al estar desprovisto de autoridad que lo hace más complicado aún, pero que se convierte en un reto, a través de las técnicas de la comunicación, sobre todo, hace o que la persona que mueve los “hilos” los deje de mover o mejor aún hacer que desaparezcan……

Hilos, marionetas, personajes secundarios que asesoran a quienes están implicados, aprovechar la situación, mares donde surcar…

Pero, permitirnos volver a la historia del cuento. Aquella noche, que el carpintero Gepetto tallando en su taller un muñeco de madera, se quedó dormido, soñó algo “que lástima que sólo seas un muñeco y no puedas ser un niño de verdad”.

Nosotros queridos amigos, soñamos muchas veces que el problema que tenemos entre manos, se humanice, seamos conscientes que de esa madera, hay algo dentro, de verdad. Recordad entonces que es el Hada azul, quien lo hizo realidad: Nuevamente esa mediadora que tenemos dentro y que a nuestros mediados les dice… “Despierta Pinocho. Ahora puedes hablar y moverte como los demás. Pero tendrás que ser muy bueno si quieres convertirte en un niño de verdad”, despierta mediado, nadie mejor que tu conoce el problema y tienes el deber de hablar, moverte y decidir por ti mismo, que nadie lo haga por ti, pero necesito colaboración, sinceridad, honestidad y buena fe, solo así te convertirás en alguien de verdad.

En este análisis que siempre nos apasiona compartir, aparecen unos personajes únicos, “Pepito Grillo”, “Espárrago”, “tragalumbre”, “el zorro”…

Todos tienen una misión: el grillo ejercer de conciencia, para pensar, ¿no te merece la pena ceder para conseguir?, no podemos permitir que sin “acudir a la escuela de la mediación” se intente arreglar un desaguisado, porque el resultado puede ser que te quedes encerrado, como le ocurrió a Pinocho, tras desviar la atención de su misión: hacerse un niño de verdad.

Tragalumbre, le mueve la ambición, dicen que la avaricia rompe el saco. Una posición inflexible en una negociación te lleva al ocaso, por eso es tan importante el binomio ganar-ganar. Maldita ambición de muchos

Pero nuestra mediadora, el Hada Azul, te volverá una y otra vez a devolver el poder de decisión y de cambiar tu rumbo, te escucha, te oye y aparece en el momento oportuno

Y nos queda analizar quizás por lo que más se recuerda la historia de pincho, la marioneta que se convirtió en niño. LA MENTIRA. Si recordáis la nariz de Pinocho crecía y crecía cada vez que mentía. Pepito Grillo (bienvenidos todos los pepitos grillos y las hadas azules a la mediación), le conmina una y otra vez a decir la verdad. No tenemos ni debemos comprobar si lo que nos dicen en nuestras sesiones son verdades irrefutables o no, ellos tienen su derecho a decir lo que piensan y sienten, pero la mentira, nos llevará al incumplimiento final de lo que se acuerde y eso solo afectará a ellos, a nuestros “pinochos”, porque si no me dices la verdad… difícilmente te podré ayudar.

La mentira es la peor enemiga de la mediación, y podemos caer una y otra vez a pesar de nuestras buenas intenciones.

Es entonces, querido lector, cuando te queremos decir, que al igual que en el cuento, al final, estarás en un mar, en el que tienes que rescatar a pinocho, a gepetto y a todos aquellos que hayan caído en él, no porque no sepan nadar, lo intentaron ya, pero no encuentran la orilla

Por eso muchas veces hablamos de las “cenizas del conflicto” y hoy te hablamos “de la ballena que se los tragó”, la sociedad que vivimos y que hace que sea difícil salir de una crisis de cualquier tipo, aquella que te llevó a acudir a la mediación.

Y solo si quemamos “la barca” en la que nos subimos para navegar por ese mar de dudas, y sacamos el corazón que llevamos dentro, podremos decir que de “esta madera” salió este “acuerdo” al que le hemos puesto corazón y alma.

Fuera hilos, fuera manipulación, fuera que haya personas que decidan por mi, cual marioneta, y bienvenido el espacio donde me devuelven, alma y corazón, para tomar las riendas de mi futuro.

Una vez más Elder y Javier te decimos… bienvenidos “pepitos grillos” y “hadas azules”, estáis en vuestra casa de la mediación para ayudar a los demás.


8 comentarios:

  1. Mil gracias por este gran relato,gran brujo de la mediación, con tus historias nos conmueves y haces que cada vez tengamos más interes por adentrarnos en este apasionante mundo.

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  2. Mil gracias por este gran relato,gran brujo de la mediación, con tus historias nos conmueves y haces que cada vez tengamos más interes por adentrarnos en este apasionante mundo.

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  3. Genial la historia renovada de pinocho,el sentir que el mediador es parte sin querer de cada uno de los personaje,buenisimo Javier!

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  4. Y las partes hacen el fuego en el interior de la ballena y ésta en el segundo estornudo les expulsa. Enfadada les persigue hasta que se meten en un acantilado, asumiendo con valentía la salvación gracias a la ayuda mútua y la colaboración que les permitió salir de las fauces devoradoras del problema. Gracias, Javier.

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  5. Qué maravillosa analogía querido Maestro.!!!! Gracias a ambos por esta Master Clas.!!!!

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  6. Me encantó el relato, adaptado a la realidad del Mediador y el rol de los demás intervinientes en el conflictos.

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  7. Me encantó el relato, adaptado a la realidad del Mediador y el rol de los demás intervinientes en el conflictos.

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