Muchas
veces pensamos como podemos conseguir un símbolo, un logo, que represente
nuestra actividad. Con ello conseguiríamos no solo llegar a nuestros clientes
con un mensaje de texto, sino con una imagen; algo que les haga pensar y que a
su vez nos identifique.
No es
la primera vez que varios socios de un despacho, una empresa o una entidad, se
reúnen para dilucidar cual será su logo, el símbolo que les represente en las
carpetas, dípticos o publicidad al exterior. Un símbolo es una representación
sensible y no verbal de una idea, y que resulta de un proceso de debate y
concreción sobre que queremos mostrar. Esa representación sensible puede
tratarse de un elemento gráfico, visual, auditivo o figurado. Por lo tanto, un
símbolo surge de un proceso de asimilación de lo que hacemos y lo que queremos
mostrar a la sociedad.
En
este caso, tratándonos de Mediadores, hemos pensado en muchas ocasiones en
“puentes” que construimos para el diálogo, otras veces en el símbolo de las “manos
dando un apretón”, más cercano a nuestro objetivo que es el acuerdo, y otras
veces algo más alegórico como un “puzle” ya que intentamos unir las piezas o en
su caso símbolos de diálogo que es lo que facilitamos los gestores de
conflictos.
Quiere
decir esto que alrededor de un símbolo existe una convención
social que permite a conocer tu idiosincrasia.
No
debemos de olvidar que los símbolos tienen por función transmitir significados,
para conseguir explicar los conceptos como así lo hace el lenguaje verbal, pero
permiten que nos acerquemos a nuestros clientes tanto en la concepción visual,
como en el inconsciente y subconsciente. Y fíjate querido lector de este post,
incluso el símbolo consigue que de igual el idioma que hablemos.
Por lo
tanto, los símbolos permiten mediar entre lo visible y lo invisible, lo
concreto y lo abstracto. El símbolo, además, posee fuerza importante ya que
también permite en un simple “logo” plasmar lo que somos y lo que hacemos, por
eso podemos decir que tienen una importancia hasta educativa y porque no
decirlo, que los miembros de esa entidad se identifican con él como colectivo.
Sea un
símbolo (representación visual metafórica), un signo (estrictamente gráficos
que delimitan ideas de manera concreta) o incluso un icono (imagen que
representa de manera directa el significado a transmitir), los mediadores
estamos obligados a pensar en él, representarnos y ser creativos.
También
me gustaría hacerte reflexionar para ser conscientes de la importancia, además
de hablar de “las bondades de la mediación” porque eres consciente del
significado de los símbolos. ¿Cuántos conoces? Es probable que te suenen muchos
de los que ahora te menciono: el símbolo de infinito, los símbolos de género
masculino o femenino, el crucifijo para los cristianos, por eso un símbolo
puede decirte más que mil palabras sobre una persona, un grupo de personas, una
organización o una profesión.
Símbolos
también llenan nuestra vida como los pasos de cebra en tráfico o la imagen del
peatón andando en verde o parado en rojo y ni que decir tiene más actuales, los
símbolos de Facebook, YouTube, bluetooth o wi-fi.
Bien,
pues ahora procede aunque muchos ya lo identifican con nuestra Escuela,
presentaros nuestro símbolo, aquél que nos gusta identificar de forma creativa nuestro
trabajo, el de la Escuela Sevillana de Mediación, promotora de muchos
proyectos, como el Foro Internacional de Mediadores Profesionales o de la
formación de muchos de los mediadores que hoy en día se afanan en esta
maravillosa profesión.
Un
buen día nos reunimos todos los compañeros y compañeras y decidimos, pensamos,
analizamos… en definitiva nos atrevimos y de ahí nuestro símbolo, nuestro logo,
nuestra identidad. Somos mediadores y mediadoras que queremos ofrecer el
diálogo de los mediados, mirándose cara a cara, desde nuestra seña de
identidad… “la Magia de la Mediación”. Por eso aparecemos casi sin querer salir
de la “chistera” para subir nuestros brazos y hacerles ver que “un minuto
hablando puede resolver toda una vida”.
Bienvenidos
al mundo de los símbolos
Comparto la visión de la semiotica cómo herramienta poderosa para comunicarnos y orientar nuestras emociones!
ResponderEliminarGracias por el artículo!