Es increíble la época que
estamos viviendo, no solo desde el punto de vista sanitario, que quizás todos
los esfuerzos actualmente se centren en ello, con buena lógica, sino la crispación,
la incitación al odio, la falta de respeto, la agresividad.
Tristemente salta a la
actualidad que el rapero Pablo Hasel ha sido finalmente detenido durante la
madrugada de este martes en el rectorado de la Universidad de Lleida, donde se
había encerrado para dificultar su detención.
Sin entrar en polémicas,
porque quien me conoce sabe que además de no referirme a temas políticos,
huimos, como todos los mediadores de la negatividad de los conflictos, solo me
gustaría hacer referencia a algunas de las rimas que vertió en sus canciones porque
muchas veces hablamos u opinamos casi sin saber porque y esta fueron las
siguientes:
-"¡Merece que explote el
coche de Patxi López!" (político español del País Vasco).
-"Es un error no escuchar
lo que canto, como Terra Lliure dejando vivo a Losantos" (Periodista
español).
- "Los Grapo eran defensa
propia ante el imperialismo y su crimen" (era un grupo terrorista).
-"Quienes manejan los
hilos merecen mil kilos de amonal"(bombas fabricadas para actos
terroristas).
-"Pienso en balas que
nucas de jueces nazis alcancen"
Los magistrados que le
juzgaron en su momento, descartaron que estas manifestaciones en las letras de
sus canciones de rap estuvieran amparadas por el derecho a la libertad de
expresión, ya opinaban en la sentencia que emanaron, que "late de una
manera patente el discurso del odio".
Entre 2014 y 2018 realizó más
de 60 tuits en los que Hasel hablaba de grupos terroristas, de la Corona y de
la actuación de las fuerzas de seguridad. Solo para nuestro conocimiento, estos
son algunas de las frases que editó:
-La familia real son unos
parásitos.
-La monarquía tiene negocios
criminales como el tráfico de armas a Arabia Saudí.
-La monarquía vive a todo lujo
a costa de la explotación y miseria ajena.
-La Guardia Civil, como hasta
el tribunal europeo ha dicho, ha torturado.
Y aquí viene donde termino,
esta introducción, sin entrar a valorar y que cada uno piense lo que vea
oportuno, siempre, queridos amigos, respetando cada opinión de los demás aunque
no lo compartamos.
Pero este es un simple ejemplo
de lo que estamos viviendo. Por eso basta que acudir a las redes sociales para
darnos cuenta de la época de crspación que vivimos y que gracias a las redes
sociales se propaga como el fuego de un lado a otro del planeta. Basta con
verter una opinión real o no (fake news) con opinar con conocimiento o no, con
interpretar sin ver otros aspectos de la comunicación, más que lo que hay
escrito en post.
Siempre hemos defendido y así
las utilizamos, que las redes tienen grandes beneficios y cosas positivas (sin
ir más lejos poder llegar a ti lector, con este post que ahora ya forma parte
de tu conciencia), pero atacar a las personas porque no nos gusten, sus ideas,
o sus principios, o a colectivos, no es más que provocar un “discurso del odio”.
No hace falta irnos al rapero
de moda por lo que os he indicado, vayamos a los discursos políticos, los
debates televisivos para ganar audiencia, porque hay que tener en cuenta, según
dicen los expertos “que la crispación se contagia”, por tanto, desaparece el
respeto y el reconocimiento al valor de la opinión del otro.
Una vez, pregunté a un
mediador que porqué había escrito el titular de una noticia que no me parecía
correcta en su blog y me dijo, “así conseguiré más lectores y seguidores en mi
blog”, es más hice un análisis sociológico sobre ello y pude comprobarlo.
Los mediadores queridos
amigos, no somos los abanderados que le resolverán todos sus problemas, nunca
señalaremos la culpabilidad, no es nuestra intención conectar de primera mano
con el “ciudadano cabreado”. Sabemos que hoy en día, con la situación que anteriormente
hemos descrito, se produce una identidad emocional, cuando vemos las noticias
que surgen y que se despiertan instintos en personas y colectivos.
Por eso nos acercamos cada vez
más, para evitar esa crispación, ese discurso del odio, a la comunicación no
violenta. Así conseguiremos practicar la escucha activa, la empatía de uno
mismo y de los demás, sin dejar de ser asertivos y buscar estrategias para
planificar una salida a tanta agresividad en nuestros mediados, hasta el punto
que tenemos un valor educativo, que permita la libertad de expresión (tan
manida estos días por el caso que os he contado) dentro del respeto a los demás.
De ahí la frase que nos hace “mágicos”,
consigue que respeten, aunque no compartan. No podemos permitir el discurso del
odio, tenemos que hacerles crecer desde las cenizas del conflicto.
Por eso pido una y otra vez
que tras el conflicto, acudas a mediación. Nosotros intentaremos que consigas
dar el primer paso, hacer que cambies el tono de tu manifestación.
Conseguiremos que no te tomes como personal, el odio ajeno, ni la crispación,
ni el enfado, aunque tengas derecho a ello. Alguien feliz, dicen los psicólogos,
es alguien que no necesita herir a los demás, y esa felicidad futura es la que
buscamos con nuestra intervención. Nuestro trabajo se trata, conociendo lo que
te pasó, lo que piensas, lo que sientes… acompañarte a un futuro mejor. Pero
para ello necesitamos que quites de ti el discurso del odio, solo de esta forma
podremos buscar y encontrar paz en ti.
Solo te pido que seas
consciente que no existe una verdad única, sino miradas distintas de la realidad
de lo que ocurre. Y cuando lo expreses, nunca olvides que debes sacar “la
basura” de tu mente; aquello que te impide ver más allá y por tanto, buscar una
solución al dolor que tienes.
ResponderEliminarProfessor, agradeço suas considerações nesses tempos estranhos que vivemos.
Estamos diante de um fenômeno mundial que nos apequena.
Minha teoria é de que o excesso de comunicação não comunica. Ao contrário, confunde, desvia, perturba. É a pressa de se achar pertencente, sem se perguntar a quê.
Profesor, agradezco sus consideraciones en estos tiempos extraños en los que vivimos.
Estamos ante un fenómeno mundial que nos hace más pequeños.
Mi teoría es que la comunicación excesiva no comunica. Al contrario, confunde, desvía, perturba. Es la prisa por encontrarte perteneciendo, sin preguntar qué.
El discurso del odio es letal, tanto cuando se difunde expresamente o cuando es subliminal. Como mediadores debemos estar alertas, ser racionales y objetivos con esta mirada negativa. Naturalizarla, de esta manera podremos ayudar a los mediados. Gracias Maestro por tus alertas tempranas.
ResponderEliminarProfesor son muy valiosas sus opiniones y la invitación a terminar con ese discurso social de odio y que la Mediación sea una herramienta para lograr una Cultura de Paz en nuestro Mundo
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