Parece
increíble, pero la historia se repite. Estamos viviendo una época que nunca
imaginamos, que todo aquél con el que nos cruzamos nos dice, “yo nunca había
visto nada igual”. Una Pandemia mundial, hace ahora un año que se declaraba una
epidemia en China, tras la cual y en su expansión, llega a todos los países del
mundo, convertido ya en Pandemia y es el momento de pensar en un nuevo “RENACIMIENTO”.
Esto
me ayudó a analizar cómo fue aquella época del Renacimiento, para pensar en los
paralelismos que podríamos vivir.
El
Renacimiento surgió en Italia en el siglo XIV y se extendió por toda Europa
Occidental durante los siglos XV Y XVI y es el nombre que recibió el movimiento
cultural que nació de la difusión de las ideas del humanismo, una corriente
intelectual que puso en primera línea, los valores humanos.
Y
me pregunto, ¿no es eso lo que echamos de menos? ¿no necesitamos volver tras la
Pandemia a poner en su lugar los valores humanos: la honestidad, la humildad,
la bondad, la confianza…? El Renacimiento suponía un período de transición
entre la Edad Media y la Edad Moderna. Su influencia afectó a todos los ámbitos
de la sociedad ya que el Renacimiento contribuyó notablemente al desarrollo de
las ciencias y las artes, determinando una nueva concepción del mundo y el
hombre.
Podemos
decir incluso que todos aquellos que se encontraron en la época renacentista,
deseaban rechazar todo vínculo con su pasado y querían volver a la esencia, a
las creaciones griegas y romanas, borrando la época medieval. Como si de la
actualidad se tratara, muchos quieren borrar esta terrible realidad de la
Pandemia, como si no hubiera existido, no queremos vivir en ella y con ella. Y
es aquí donde llamo la atención a la necesidad de RENACER.
Debemos
empezar, como los Renacentistas, por interesarnos en la cultura, el
conocimiento, con proyectos, estudios, investigaciones y observación de lo ocurrido.
Y al igual que entonces, partiendo de la importancia de la salud perdida,
buscar las ciencias más relevantes, la física, la biología y en lo que a mi
corresponde implantar definitivamente “la cultura del acuerdo” ante los
conflictos humanos, sin dejar de lado la importancia de la “razón” como entonces,
para ceder y conceder, mediante el pensamiento racional.
Carpe Diem.
“Los
valores éticos más profundos, como la libertad, el amor o la justicia,
adquieren durante el Renacimiento su mayor expresión. El hombre decide
enfrentarse a la vida con optimismo e ilusión, aprovechando cada momento de su
corta existencia”. Y, ¿no es eso lo que debemos buscar hoy también? La ilusión
perdida en esta época de Pandemia, solo se haya con esos valores, unidos al
perdón, la integridad, la disciplina o la generosidad. Es tiempo de ser generosos.
Incluso si otro de los grandes problemas, tras esta situación
mundial es la economía, en el Renacimiento, el comercio vivió su época de mayor
esplendor. Por eso en aquella época (y creo que ahora también), nos debemos
quedar con la frase “el hombre es la medida de todas las cosas” ya que expresaba
la actitud de la nueva época. Volvamos pues al humanismo ya que, solo con esa
nueva libertad de pensamiento se puede producir, antes y ahora, avances en
numerosos campos y redescubrirnos.
Querido
lector consigamos tras la Pandemia un “nuevo renacimiento”, consigamos que
aparezcan nuevos “Tizianos” “Boticellis” “Garcilasos de la Vega” “Leonardos Da
Vinci” o “Shakespeares” porque el mundo os necesita y mucha luz ante la
oscuridad.
Qué verdad querido Maestro, ingresamos a un nuevo RENACER,valga la redundancia. Que nos deje lo mejor como seres humanos, como sociedad y como mediadores. Gracias Maestro siempre.
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