lunes, 2 de octubre de 2017

INDEPENDENCIA

Hace ya algunos años, vino a mi consulta de mediador una familia,  parecía bien avenida, de impolutos trajes, y sonrisa franca la de todos sus miembros, pero lo más sorprendente es que eran diecisiete los hijos de la familia, cada uno aun siendo de la misma familia, con distintos rasgos, e incluso diría más, con distintas características. Recuerdo que uno era muy alegre, divertido, otro concienzudo y de apariencia tosca, la más joven se manifestaba ecologista y asi hasta contarlos a todos. Pero los padres se encontraban muy preocupados, sobre todo con uno de ellos, quizás porque había llegado la hora o quizás no. Quizás porque ya no comulgaba con su forma de educar, o quizás porque tras comenzar a trabajar hace ya años, pensaba que era el momento de independizarse.

Les pedí que abrieran su corazón, que explicaran el porque de sus posiciones: Para los padres no era el momento, para el hijo, a quien miraban de reojo todos los demás, había llegado la hora de irse de su casa.

Todos eran consciente de esa “fractura” pero puedo decir que no lo eran de que sus relaciones continuarían en el tiempo y eso les llevaba inexorablemente a tener que sentarse a hablar. Cuando alguien es de una misma familia, y aun cuando ya no vuelvan a vivir juntos, con independencia económica, creando tu propia familia, o incluso tus propias normas en casa… olvida que a lo largo del tiempo tendrán que encontrarse.

 ¿Cómo ayudarles para pasar mejor esta transición?. Recuerdo que les comenté si eran FIRMES EN SUS DECISIONES, ya que lo importante era saber que las consecuencias serían definitivas.

Les comenté que no era bueno HUIR POR HUIR DE CASA, ya que los problemas se van contigo, y era importante estar bien en el futuro.

Les hablé de la importancia de PEDIR AYUDA CUANDO LAS COSAS NO VINIERAN BIEN, independizarse suponía abrirse a los demás, no encerrarse en uno mismo.

Pero donde más tiempo dediqué fue en la NECESIDAD DE REALIZAR UNA AUTOEVALUACIÓN de ellos mismos, donde fueran capaces de exponer y reconocer las distintas versiones, que aunque no compartieras, podrias respetarlas. Decidir por ti mismo que te quieres independizar, nunca supondría, un rechazo si, con ello, expones tus verdaderos intereses y necesidades

Pero sobre todo… se CAPAZ DE NEGOCIAR, te va a permitir definir las reglas, respetar y ser respetado. No olvidemos que van a necesitar tanto tu como tus padres una etapa de APRENDIZAJE, donde el tiempo se convertirá en tu aliado o verdadero enemigo.

Durante muchos años, han convivido bajo el mismo techo y su personalidad así como fuerza, se forjó gracias al mismo, no lo olvides. Me miraron fijamente. No articularon palabra y al tiempo, me dijo el hijo… ¿sabe que?... yo quiero seguir mi camino, pero quizás me quedo con su enseñanza, de disfrutarlo, para conseguir que el destino sea el ideal, pero el mismo nadie lo sabe.

Por eso hoy… precisamente hoy y dedicado a mis amigos CATALANES Y A TODOS LOS ESPAÑOLES, ¿Es que el llamado Estado de Derecho, no permite el diálogo? Si cuando hablamos de mediación, hablamos de UNA JUSTICIA DE CALIDAD, porque no apostar por ella…

Sevilla 2 de octubre de 2017.

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