La
INTELIGENCIA JURIDICA EN MEDIACIÓN.
Javier Alés
Director FIMEP
“LA DUDA ES
EL COMIENZO DE LA SABIDURIA” de ahí que me atreva a hablar como jurista y
mediador de la INTELIGENCIA JURIDICA, porque no. Fue Howard Gardner y los
miembros de la prestigiosa Universidad de Harvard, casualmente también la del
origen de la mediación, quien ideo la Teoría de la Inteligencia múltiples, en
las personas. Gardner
propuso que la vida humana requiere del desarrollo de varios tipos de
inteligencia. Así pues, Gardner no entra en contradicción con la definición
científica de la inteligencia, como la “capacidad de solucionar problemas o
elaborar bienes valiosos”, más bien la complementa.
Junto a la inteligencia,
los mediadores analizamos y trabajamos las emociones, aquellas que básicamente
influencian en nuestra biología y por tanto influyen en nuestro estado de
ánimo, más cuando estamos ante un conflicto. De ahí que nosotros a nuestros
mediados animemos a gestionar sus pensamientos de tal manera que ante un
conflicto (y la mayoría de ellos de carácter jurídico, lo que hace inevitable
muchas veces el juicio), vean el lado positivo, desechando el influjo negativo;
lo que llamamos la “oportunidad” ante lo adverso.
Todo ello, pensamiento e
inteligencia, asi como emociones, es promovido por nuestra conciencia, que
elabora respuestas ante la crisis que pudiéramos vivir.
Pues bien, aquí es donde
apuesto por la que denominaríamos INTELIGENCIA JURIDICA, aquella que nos hace
analizar el derecho como objeto de la inteligencia, y como herramienta, para
que la JUSTICIA guie nuestras decisiones y acciones, siendo conscientes de que
uniendo sentimientos y derecho podemos hallar lo justo y equilibrado. La
principal conclusión es el valor estratégico que puede tener el derecho, cuando
analizamos un conflicto en mediación, conforme mejor sea dominado, se producen
ventajas en la negociación. De esta forma, si nuestra misión en una mediación
es mantener el equilibrio, y en cualquier caso conseguir el “win to win”,
analizando básicamente las necesidades, por encima de las posiciones, no puedo
más que implorar en el mediador el dominio de la llamada INTELIGENCIA JURIDICA
Siempre hemos
oído, desde pequeños que cuando alguien es justo en una negociación, o
manifiesta inquietud si ve una injusticia,
lo etiquetamos como “persona de buen corazón”
Pues bien, dicen
expertos que se puede demostrar que alguien que opera con esos sentimientos, es
más una respuesta racional del cerebro, independiente de las emociones
vertidas.
“El estudio, publicado en The
Journal os Neuroscience y liderado por el profesor de Psicología y
Psiquiatría de la Universidad de Chicago Jean Decety, consistió
en registrar mediante resonancia magnética funcional la actividad de varios
sujetos mientras les ponían vídeos de situaciones en las que se cometía una
injusticia manifiesta. En una de las situaciones, por ejemplo,
alguien echaba dinero en el vaso de un mendigo y en la siguiente alguien daba
una patada y le tiraba todas las monedas. Los participantes debían valorar en
una escala la actitud del protagonista del vídeo, de modo que los científicos
podían tener un retrato bastante aproximado de su capacidad de empatía.
Pues bien, los voluntarios que eran más sensibles en las
injusticias presentaron una actividad notablemente mayor que la media en las regiones
del cerebro asociadas con decisiones racionales y conscientes, mientras que las
áreas relacionadas con las emociones permanecían inalteradas. "Los individuos que son sensibles a la
injusticia no parecen estar conducidos por las emociones",
concluye Decety, "sino que se conducen por la parte cognitiva".
Por eso me
gustaría concluir que el dicho “Pleitos tengas y los ganes”, que nos lleva al
consabido “más vale un mal acuerdo que un buen juicio”, hemos de desmontarlo
los mediadores, ya que se trata de decir “ más vale un buen acuerdo que un mal
juicio” pero para ello apostemos por la
INTELIGENCIA JURIDICA una más a la primitiva propuesta de Gardner
En los años que llevo ya como mediador, he visto personas en
conflicto que entraron con el cuchillo entre los dientes y que tras nuestra
intervención, en la que básicamente introdujimos el “factor humano” del
conflicto, pero sobre todo rebajamos las pretensiones de los mediados buscando
y aplicando la INTELIGENCIA JURIDICA que nos posiciona ante los justo, para
conseguir lo estable y duradero.
Puedo decir que últimamente las emociones lo están invadiendo
todo. Y que asi sea, por eso cuenta más la solución amistosa que la solución
justa. Queridos amigos, consigamos ver
el conflicto con las lentes de la razón y la lógica, pero sobre todo con la
llamada “inteligencia jurídica” , asi acertaremos en la estrategia a seguir en
el proceso de mediación.
Javier Alés. Junio 2017.
En mi opinión,pienso que el texto, describe la sociedad de la actualidad, en la cuál pues si predomina una serie de aspectos subjetivos como las emociones o sentimientos a la hora de resolver los conflictos, por los que hace que la resolución, no sea en ocasiones lo más justo y beneficioso posible para ambas partes, es bien cierto que a través de lo denominado en el texto como inteligencia jurídica favorecerá a que la resolución sea más objetiva, pero para que favorezca a todos deberá estar documentada y apoyada en la mayoría de criterios de los individuos que integran la sociedad,atendiendo a los diferentes puntos de vista e intereses de cada individuo, sino volverá a aparecer la subjetividad en las resoluciones, además de poder contaminar esa inteligencia jurídica.
ResponderEliminarEn la sociedad en que vivimos actualmente, me parece esencial superar el concepto tradicional de inteligencia que normalmente se utiliza, relacionado con la capacidad lógica. Hay muchos tipos diferentes de inteligencia, ya probados en diversos estudios, y cada persona puede tener un desarrollo mayor en una habilidad específica. Por esta razón, es interesante cómo el texto trata de la inteligencia jurídica en el ámbito de la mediación. La capacidad de utilizar el derecho como herramienta estratégica en una situación de conflicto, identificados los puntos de los dos lados opuestos y lograr llegar a un equilibrio a través de una solución justa es justamente lo que se busca en un mediador. Esto, como dice el texto, no está relacionado a emociones, sino con el lado racional del cerebro humano. A pesar de que normalmente se escucha que las personas sensibles a injusticias son personas "buenas", lo que realmente ocurre es que ellas tienen una inteligencia específica en encontrar soluciones equilibradas y justas, evaluando la situación racionalmente. En mi opinión, es importante dentro de la mediación que el mediador pueda actuar identificando el problema alejándose de emociones que puedan afectar el caso, porque sólo así será posible colaborar para una solución equilibrada.
ResponderEliminarEn la sociedad en que vivimos actualmente, me parece esencial superar el concepto tradicional de inteligencia que normalmente se utiliza, relacionado con la capacidad lógica. Hay muchos tipos diferentes de inteligencia, ya probados en diversos estudios, y cada persona puede tener un desarrollo mayor en una habilidad específica. Por esta razón, es interesante cómo el texto trata de la inteligencia jurídica en el ámbito de la mediación. La capacidad de utilizar el derecho como herramienta estratégica en una situación de conflicto, identificados los puntos de los dos lados opuestos y lograr llegar a un equilibrio a través de una solución justa es justamente lo que se busca en un mediador. Esto, como dice el texto, no está relacionado a emociones, sino con el lado racional del cerebro humano. A pesar de que normalmente se escucha que las personas sensibles a injusticias son personas "buenas", lo que realmente ocurre es que ellas tienen una inteligencia específica en encontrar soluciones equilibradas y justas, evaluando la situación racionalmente. En mi opinión, es importante dentro de la mediación que el mediador pueda actuar identificando el problema alejándose de emociones que puedan afectar el caso, porque sólo así será posible colaborar para una solución equilibrada.
ResponderEliminarEs sumamente interesante este estudio debido a que muchas personas tenemos la percepción de que una persona que es "sensible" se mueve esencialmente por los sentimientos. Sin embargo, me parece importante destacar que estos dos supuestos nos están necesariamente conectados. Es un excelente estudio para intentar des estigmatizar a aquellos que son sensibles ante las injusticias; creo que al final no es tan importante qu lleva a una persona a alzar la voz y denunciar una injusticia, lo importante es que lo haga; y mejor aún si lo hace de forma racional y con argumentos lógicos.
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