martes, 19 de diciembre de 2023

En Navidad...tengamos la fiesta en paz (reedición)

 


Cuantas veces hemos oído la frase…“vamos a ver si tenemos la fiesta en paz”
¿también tu querido lector o lectora?

Podemos hablar sin lugar a dudas de la existencia de conflictos propios de estas fechas, dado que los festejos navideños enfrentan a todas las familias a una serie de tareas y decisiones que también pueden resultar complejas y que siempre necesitará de una negociación. Así podemos hacer una relación de conflictos propios de la época, como el turrón, el árbol de navidad o el belén que montamos en casa:

-        ¿Quién se encarga de los regalos, de la comida?, es que siempre soy yo

-        ¿Quién hace de comer este año? Porque tu hermano no hace nada ningún año

-        ¿Quién adorna la casa? ¿Quién pone el belén, el árbol de Navidad? y… ¿Dónde? Cada vez tenemos menos sitio y los niños ya no están

-        ¿En qué fechas vamos a casa de los suegros? Ten en cuenta que el año pasado fue en Nochebuena y este año toca en fin de año

-        ¿En qué fechas a casa de mis padres? Ten en cuenta que están solos y los tuyos todavía viven en casa tus hermanos

-        ¿A quién invitamos a nuestra casa? Hace tiempo que no vemos a…

-        ¿Quién se ocupa de los niños? Están de vacaciones y es una locura

-        ¿Por qué has comprado turrón duro si sabes que no me gusta? ¿todavía no sabes que me gusta de chocolate?

-        ¿en que canal vemos las campanadas? Porque este año creo que las dan…

-        ¿Cuál es tu rey favorito? ¿Santa Claus o los Reyes?...que hacemos, les regalamos algo en las dos fiestas o no

Como mediador os propongo un alto al fuego y eso solo se consigue si entre todos reconstruimos esa paz

El alto al fuego se conoce muchas veces, como “ la Tregua de Navidad”, y se refiere a un breve alto al fuego, que sin que fuera oficial, ocurrió de forma totalmente imprevista, entre las tropas alemanas e inglesas en la primera guerra mundial durante la Navidad de 1914. Así, el 24 de diciembre de ese año, cuando las tropas alemanas comenzaron a decorar sus trincheras, para al menos mostrar que era la época de adviento, una vez lo hicieron, continuaron con su celebración cantando villancicos, entre ellos uno de los más famosos: “Noche de Paz”. En ese momento fue cuando las tropas británicas en las trincheras, al otro lado del ejercito alemán, respondieron con los mismos villancicos pero cantados en Inglés.

Ambos ejércitos, sus soldados, en aquella noche, continuaron el intercambio gritando saludos de Navidad los unos a los otros. Incluso, dicen los historiadores, se produjeron visitas a lo que se llamada, “la tierra de nadie”, donde pequeños regalos fueron intercambiados: whisky, cigarrillos, chocolates, etc. Gestos valen más que mil palabras, pero es una maravillosa historia para visualizar, que hasta en momentos de guerra, se puede alcanzar un “alto al fuego” y respetar.

Política, fútbol, tendencias, las redes sociales…y este año, el problema sanitario, todo es conflictivo si no sabemos llevar la conversación inteligentemente, por eso debemos ser conscientes de que temas como estos pueden generar muchos conflictos inesperados.

Pero no solo eso, sino que aunque, como es mi caso, seamos cristianos, en esta época tenemos que ser respetuosos, con todo aquello que surge en Navidad.

¿Sabías que durante la Navidad hay un pueblo en Perú donde jóvenes y mayores resuelven su rencor a puño limpio?, para empezar el año sin “impurezas” y de esta forma librarse de las cargas que conllevan los conflictos entre ellos. 

¿Sabías que la palabra Noel (Papá Noel) deriva de la expresión francesa "les bonnes nouvelles" o "the good news" (buenas noticias)? ¿Y que Jesús probablemente nació en una cueva y no en un establo de madera, según los estudiosos bíblicos?

¿Sabías que la mayoría de los historiadores creen que Jesucristo nació en primavera?. ¿Por qué escoger este día entonces? Probablemente se eligió el 25 de diciembre porque coincidía con el antiguo festival pagano Saturnalia, que honraba al dios agrícola Saturno con fiestas, juegos de azar y regalos. Las saturnales eran consideradas una gran festividad romana y quizás de forma “enmascarada” a los años posteriores a la muerte de Jesús, en época romana era una forma de celebrar, entre cristianos.

¿Sabías que el icono de Santa Claus o Papá Noel en los anuncios de Coca-Cola no conforma el origen de la imagen de Santa?. La realidad es que la imagen de Santa Claus es más una figura que ha evolucionado con el paso del tiempo pues en su origen el traje era verde, de un hombre bueno nórdico, sin hijos, que se dedicaba en esa época a hacer regalo a los niños.

¿Sabías que la tradición dice, que los Reyes Magos de Oriente, acudieron desde recónditos países a rendir homenaje a Jesús de Nazaret? Trajeron tres regalos: oro, incienso y mirra. Melchor, trajo oro por su gran valor y su belleza; Gaspar trajo incienso, una resina balsámica que al arder desprende un humo aromático muy agradable y Baltasar trajo mirra, una sustancia resinosa aromática con propiedades antisépticas, digestivas y antidepresivas.
¿y que quizás hubo un 4º Rey llamado Artabán? Quien nunca llegó a unirse a los tres Reyes Magos, pero que gracias a él muchas de las injusticias de la época, quedaron sin efecto, ante el Nacimiento de Jesús.

¿Sabías que El origen de la estrella de Navidad que suele coronar nuestros árboles navideños es originaria de Filipinas? En esta zona del planeta, se preparan antorchas en forma de estrellas de cinco puntas, que iluminan la entrada de los hogares.

¿Sabías que desde Nazaret bajaron José y María a Belén, para empadronarse y que Jesús nació unos años antes al año 1, ya que hubo un error de cálculo pues Herodes murió sobre el año 4 antes de Cristo? ¿y que más que un censo, era un juramento de fidelidad al emperador? Algo que se hacía en terrenos ocupados por el Imperio Romano.

¿Sabías que el Aguinaldo es una señal de liderazgo y que esa costumbre que tenemos en algunos países, era una compensación económica para los trabajadores al final del año, y también cuando carteros, barrenderos, serenos y otros oficios semejantes, pasaban casa por casa en la zona donde prestaban sus servicios para felicitar a dichas familias por la Navidad, mismas de las que recibían una pequeña compensación económica como respuesta?

¿Sabías que La Estrella que condujo a Belén, era la conjunción de júpiter y Saturno y que se se produjo en el año 7 antes de cristo?

¿Sabías que el árbol de Navidad surgió en las tierras del norte de Europa, seguramente fuera Alemania? Pero, no existen datos fehacientes hasta 1605, fecha en la que se tiene constancia que se implantó y por lo tanto, se considera como el primera vez que se utilizó, para representar el frío de la Navidad, difundiéndose por el resto del mundo, el tipo pino o abeto.

¿Sabías que muchas personas asociamos comidas y sabores específicos con la Navidad? En Alemania, por ejemplo, las galletas lebkuchen son mundialmente conocidas durante la temporada navideña. Lebkuchen es una galleta de jengibre que combina perfectamente con el delicioso espíritu navideño. También se encuentran otros: el pudin de Navidad de Reino Unido, el Panettone italiano, el roscón de Reyes en España, el Bienmesabe de Venezuela, el Pan Dulce de Argentina y la Colación en México.

¿Sabías que los colores de la Navidad son el verde, el rojo y el dorado? Pero, ¿por qué esos en concreto? La respuesta es que cada uno tiene un significado. El verde simbolizaría la vida, pues es el color de las hojas nuevas; el rojo vendría a ser la sangre de Cristo y el dorado hace referencia a la riqueza, la realeza y la luz.

Y en este repaso a curiosidades, me gustaría llevarte a mi tierra, Sevilla, Andalucía, porque somos “tierra de mediadores” y si no, presta atención: la celebración de la Navidad en Al-Andalus suponía, la convivencia entre cristianos y musulmanes durante los siglos VII al XII.

y tal como empezó mi relato con el alto al fuego entre alemanes e ingleses, en plena guerra mundial, en Al-Andalus, eramos los mozárabes, los que celebrábamos la Navidad de forma conjunta uninedo en almuerzos y cenas y cánticos a cristianos y musulmanes y eran los alfaquíes, quienes siendo juristas y protectores del Corán, condenaban a base de normas, la participación de los musulmanes en las tradiciones navideñas cristianas. Tanto, que para luchas contra ello, incluso quisieron establecer la fiesta del nacimiento de mahoma.

Por todo lo que te cuento, me gustaría terminar este artículo con pequeñas recomendaciones para tener de verdad una fiesta en paz y que se cumpla el dicho de una Feliz Navidad. Mejora el estado de animo:

Recomendaciones mediadoras en estas fiestas

1.- La prevención: busca temas neutros

Sencillamente, no es el momento ni el entorno adecuado, pues esos temas pueden predisponer fácilmente los conflictos familiares en navidad

2.- Ten mucho cuidado con el consumo de alcohol

No se trata de beber por beber, de brindar por brindar. Se trata de hacerlo bien, siendo consciente que muchos estados de exceso producirán enfados y malas palabras que luego sobrios, nos arrepentiremos de aquello. 

3.- Mirad a los ojos de los niños que estén a vuestro lado

Su inocencia, su ilusión, sus ganas de vivir estas fiestas, harán que los adultos por este periodo, nos volvamos niños y veamos las cosas con su mirada. Una mirada limpia y deseosa de que sea una gran Navidad y que mantendrán esas ilusión durante todas las fiestas, desde la mezcla del nacimiento de Jesús, pero que esa noche puede venir también Papa Noel, hasta que los Reyes Magos cabalguen hasta sus salones para dejarles regalos. 

4.- Aceptar, en las conversaciones, de que cada uno tiene su tiempo

Haz una escucha activa…deja que cuenten su historia, que la terminen, para luego contar la tuya y como te fue a ti. No vamos a cambiar a nadie el día de navidad, ¿verdad? Las personas somos como somos.

Dejemos que cada uno tenga su propio espacio de protagonismo

no queramos colonizar las conversaciones. Si alguien nos cuenta (que hace tiempo que no vemos) que hace poco viajó a París…dejemos que lo cuente, preguntémosle donde estuvo y como lo pasó y solo cuando termine, intervenid explicando que vosotros también fuisteis, y que bien lo pasásteis. Hay tiempo suficiente en estos días para que todos nos sintamos comprendidos y escuchados.

5.- Planifica el tiempo

Intentar llegar a un acuerdo si el problema es dónde pasar las fiestas: más vale un mal acuerdo que unas malas Navidades

6.- Valora lo positivo en cada momento.

Ten cuidado con el “vampiro emocional” y consigue que no eclosione las reuniones. Existen, pero no debemos tenerlo miedo. Se consciente que cualquier situación puedes ver lo positivo del tema.

7.- No te anticipes, valora la sorpresa y disfruta de cada momento

Cuando se acerque un evento familiar déjate sorprender, en cada momento, según como te sientas, no tienes que ser la alegría de la fiesta, ni te tienes que mentalizar para serlo en la comida familiar. Ni ser gracioso, ni ser pesado. Ni ser extrovertido ni tan introvertido… disfruta de cada momento que requerirá una situación distinta. Como cuando viajamos, es bueno ir “ligero de equipaje” y con destinos sorprendentes.

8.- Busca un equilibrio con tus familiares: Negocia lo que necesites, no tengas miedo

Escucha tus emociones y atiende a tus necesidades: Si te sientes triste, enfadado, melancólico o apático, déjate sentir

9.- No sobrevalores a tu familia o amigos, ni infravalorares la de los demás.

Reconocer sus aspectos positivos y sus limitaciones, de cualquiera y sobre todo una gran frase mediadora: “respeta aunque no compartas”.  

10.- Ojo, si entramos en temas espinosos, en las conversaciones utiliza la misma frase mediadora de respetar aunque no compartas

Respetar aun cuando no compartáis, este es nuestro principal trabajo como mediadores cuando estamos en nuestro trabajo día a día. Hacerlo vuestro, usad esta receta. “Morderse la lengua” durante unos segundos…nos coloca en una situación de “contar hasta diez” antes de rebatir nada

Y si no, mi querido amigo o amiga, siempre nos quedará… cantar Jingle Bells.

Todo se sobrevalora y exagera y si no… recordar, siempre nos quedará iniciar un villancico clásico, al que yo recomiendo que se use. El famoso “Jingle bells”, absolutamente genial, cuando empezamos a cantar y llegamos al momento “…all de ways” y ya pasamos a la libre interpretación cada uno en su “ingles de academia” sin sabernos la letra, terminando en …”hey”. Potenciar el buen humor es fundamental, una sonrisa hace que pierdas la noción del tiempo.

Por eso cuando hablamos los mediadores, siempre utilizamos la palabra “empatía”. La empatía consiste en ponernos en el lugar de los demás, en respetar su forma de pensar, sentir y actuar, es la base de la inteligencia emocional. No es cuestión de tener la razón, en los conflictos todos queremos tener la razón, tenemos que entender que cada uno tiene una percepción de la realidad, por lo que nadie está en posesión de la verdad absoluta.

Usa el agradecimiento, ya que dar las gracias siempre, no cuesta nada y desarma cualquier reacción negativa. Asi que… gracias.

Mediar, negociar y mediar y, después del acuerdo, a pasarlo bien: no hay nada peor que, después de haber estado negociando, darle vueltas al resultado intentado buscar ganadores y perdedores.

Gracias por estar ahí, gracias por leerme y gracias por hacer de la Navidad un momento especial.

lunes, 4 de diciembre de 2023

¿Cómo ser una persona de paz?

 


En estos tiempos tan convulsos, cuando nadie quiere guerra y cuando nos preparamos para celebrar una festividad que necesita de “paz en la tierra”, nos preguntamos cómo podemos empezar por nosotros mismos.

Ya hablé de franja de Gaza, del problema del separatismo o de la situación de Ucrania, pero es el momento de mirarnos “al ombligo”. Por eso hoy os propongo como poder conseguir lo que llamaríamos la armonía personal, esa que nos permite vivir en un estado en el que tus emociones, pensamientos y acciones se encuentran perfectamente alineados y por tanto te permiten vivir en paz contigo mismo y con las personas que te rodean, es decir en otras palabras: que os parecería ser y sentiros mediadores, hombre y mujeres de paz.

Os hablo de armonía porque es la única que nos permitiría que varias fuerzas de diferente intensidad y sentido converjan en un proyecto de bienestar que nos permita estar en paz contigo mismo y con los demás, vivir y convivir.

Pero, ¿qué se necesita para vivir en armonía? A esta pregunta solo podemos responder desde nuestro propio autoconocimiento, sabiendo que con la autoestima seremos capaces de desarrollar la empatía, que nos permite ponernos en el lugar del otro.

Prepararnos para resolver conflictos sin violencia, con todos los principios que nos avanza la mediación, solo es posible desde la cooperación y la tolerancia de las diferencias.

Solo así, cuando el ser humano logra equilibrar sus pensamientos, acciones y sentimientos, es cuando es capaz de disfrutar y logra vivir en paz consigo mismo, con los demás y dejarse sorprender por el aquí y ahora, momento en el que es consciente que puede disfrutar de todo lo que le rodea y que el “otro” no es el enemigo, sino parte de la solución de los problemas que se le pueda plantear. Es entonces y solo entonces cuando con paciencia puede afrontar cualquier conflicto y podemos decir que vive en paz.

Este mismo concepto de la armonía en filosofía, se refiere a “la relación entre las partes de algo para formar un todo coherente y equilibrado”. Esta idea se encuentra en muchas corrientes filosóficas, como el platonismo y que nos permite hablar de paz, no conflicto o mejor dicho, ver este como una oportunidad para cambiar.

La ARMONÍA es el valor, que refleja la presencia equilibrada de otros valores que proyectan a la persona, como una persona serena, objetiva, que desea la paz y es hombre o mujer de paz

¿Cuáles son los valores para convivir en una sociedad armónica? Hablaríamos de los siguientes:

-       Ser solidario y generoso con los demás

-       Ser tolerante con lo que no es igual que tu

-       Ser paciente y dar tiempo al tiempo

-       Ser honesto con los demás y con uno mismo, si puedo, puedo y si no, no

-       Pedir perdón y saber perdona

-       Ser optimista ante todo

-       Tener empatía para entender cualquier situación

-       Y sobre todo, ser humilde, huyendo del ego

No es fácil ¿verdad? Pero es la única forma de conseguir ser personas de paz, empezando por uno mismo, sin esperar a los demás. Solo así podrás evitar lo que muchas veces hace que no lo consigas, como cuando culpas a los demás del problema que tienes o supongas cosas que nos has comprobado.

Para ello nada mejor que cuidar tus palabras y sacar también algo que sabéis me gusta mucho: sacar tu buen humor. Toda esa es mi fórmula para que seamos capaces de ser “embajadores de paz”.